Hablar de lo ocurrido en Israel el sábado pasado, como “una consecuencia de las políticas de opresión y de apartheid del gobierno de Israel”, como hizo Bregman en el debate presidencial, es demostrar una falta total de conocimiento de la historia del medio oriente.
El problema Judeo-Islámico es...
El problema Judeo-Islámico es...
Milenario y es muy anterior a la formación del estado de Israel, por lo que no puede ser atribuido a las políticas del mismo.
Lo que sucedió el último fin de semana, va más allá de ideologías, va más allá de religiones, va más allá de países y disputas territoriales.
Los hechos, la barbarie, la violencia y la metodología fueron demasiado siniestras para poder ser defendidas,
Se puede estar en contra de Israel, se puede tener una postura en el conflicto, pero lo que no se puede es mezclar todo, y abaratar el precio de las vidas humanas civiles que nada tienen que ver con las decisiones de quienes gobiernan.
Es más, es probable que muchos, muchísimos de los israelíes masacrados por Hamás, hayan tenido ideas cercanas a la de la independencia de Palestina.
Muchos de los brutalmente asesinados, quizás hubiesen querido algo, que ni Hamás, ni Hezbollah o ni siquiera en su momento Fatah (la mismísima OLP) realmente buscan, la libertad del pueblo palestino.
Israel, ha tenido muchos gobiernos a través de su historia. Si bien es cierto que no todos estuvieron dispuestos a sentarse a negociar con los palestinos, otros sí lo han hecho. Lamentablemente, siempre se ha llegado al mismo punto donde las negociaciones se bloquean y no pueden avanzar. Ese punto es cuando Israel pide que a cambio de cualquier concesión territorial, las autoridades palestinas dejen claro y por escrito, que ya no buscarán como su prioridad número uno, la destrucción del Estado de Israel.
Sí, son incapaces de comprometerse a no perseguir, como objetivo principal, la aniquilación de Israel. Eso implica que no es un asunto territorial, sino que es un motivo de odio y amenaza permanente.
Bregman, no entiende que Israel ha intentado en varias ocasiones terminar con el problema y mirar hacia el futuro, donde su seguridad esté garantizada. Muchos gobernantes isrelíes dijeron que la paz, se firma con el enemigo, pero dicha paz, debe ser verdadera y sincera. Se vio lo que se creía imposible, cuando Israel y Egipto firmaron su tratado de paz, donde los dos países concedieron cosas y dicho tratado, sigue vigente hoy día.
La paz se hace con el enemigo, pero el enemigo debe querer la paz de manera genuina.
Lo que sucedió el pasado fin de semana, demuestra que la vocación destructiva y terrorista de Hamás, sigue más viva que nunca y que no buscan la paz, ni creen que sea una disputa territorial.
Secuestrar, violar y matar gente en sus propias casas, no es buscar paz. Ni siquiera es buscar guerra. Es ser criminales y asesinos.
Matar a una mujer de 80 años que no es ni política del enemigo, ni parte del ejército del bando contrario no reivindica ninguna ideología.
Matar a una familia entera, no hace justicia a lo que ellos creen injusto, sino que multiplica la injusticia por dos.
Llevar los cuerpos de civiles del bando opuesto, heridos, ensangrentados y mutilados a su territorio y enseñárselos a su gente mientras gritan y festejan, no representa realmente a su pueblo.
Los muchos palestinos que no pertenecen a estos grupos terroristas, se horrorizan en privado (en público no pueden hacerlo sin que corran peligro sus vidas en manos de sus “líderes”) y rezan por una solución duradera con sus vecinos israelíes.
Ahora, y hecha esta reseña, entretengamos la idea de Bregman por un rato y veamos que pasaría. Pongámosle que todos estamos de acuerdo con ella y coincidiéramos con su concepto sobre Israel. Pongámosle también que gracias a esa “lucha”, Palestina se libera y llega a estar tan bien, como la líder socialista argentina lo desea.
¿Qué pasaría el día después? ¿Se daría cuenta recién allí de la opresión y abuso que sufre el pueblo palestino y los pueblos musulmanes en general por parte de quienes los gobiernan? ¿Recién allí empezaría a luchar por la libertad de expresión de esa gente? ¿Recién ahí incorporaría en su discurso la lucha por la igualdad de las mujeres y el fin al maltrato y menosprecio de las mismas? ¿Le importa algo de eso hoy? ¿Dónde está la coherencia entre el discurso y las acciones de Bregman?
En cualquier lugar del mundo y en cualquier situación, lo que debe defenderse es el derecho a la vida de todos, no solamente de aquellos que creemos que nos hacen ver como si fuésemos revolucionarios.
Lo que sucedió el último fin de semana, va más allá de ideologías, va más allá de religiones, va más allá de países y disputas territoriales.
Los hechos, la barbarie, la violencia y la metodología fueron demasiado siniestras para poder ser defendidas,
Se puede estar en contra de Israel, se puede tener una postura en el conflicto, pero lo que no se puede es mezclar todo, y abaratar el precio de las vidas humanas civiles que nada tienen que ver con las decisiones de quienes gobiernan.
Es más, es probable que muchos, muchísimos de los israelíes masacrados por Hamás, hayan tenido ideas cercanas a la de la independencia de Palestina.
Muchos de los brutalmente asesinados, quizás hubiesen querido algo, que ni Hamás, ni Hezbollah o ni siquiera en su momento Fatah (la mismísima OLP) realmente buscan, la libertad del pueblo palestino.
Israel, ha tenido muchos gobiernos a través de su historia. Si bien es cierto que no todos estuvieron dispuestos a sentarse a negociar con los palestinos, otros sí lo han hecho. Lamentablemente, siempre se ha llegado al mismo punto donde las negociaciones se bloquean y no pueden avanzar. Ese punto es cuando Israel pide que a cambio de cualquier concesión territorial, las autoridades palestinas dejen claro y por escrito, que ya no buscarán como su prioridad número uno, la destrucción del Estado de Israel.
Sí, son incapaces de comprometerse a no perseguir, como objetivo principal, la aniquilación de Israel. Eso implica que no es un asunto territorial, sino que es un motivo de odio y amenaza permanente.
Bregman, no entiende que Israel ha intentado en varias ocasiones terminar con el problema y mirar hacia el futuro, donde su seguridad esté garantizada. Muchos gobernantes isrelíes dijeron que la paz, se firma con el enemigo, pero dicha paz, debe ser verdadera y sincera. Se vio lo que se creía imposible, cuando Israel y Egipto firmaron su tratado de paz, donde los dos países concedieron cosas y dicho tratado, sigue vigente hoy día.
La paz se hace con el enemigo, pero el enemigo debe querer la paz de manera genuina.
Lo que sucedió el pasado fin de semana, demuestra que la vocación destructiva y terrorista de Hamás, sigue más viva que nunca y que no buscan la paz, ni creen que sea una disputa territorial.
Secuestrar, violar y matar gente en sus propias casas, no es buscar paz. Ni siquiera es buscar guerra. Es ser criminales y asesinos.
Matar a una mujer de 80 años que no es ni política del enemigo, ni parte del ejército del bando contrario no reivindica ninguna ideología.
Matar a una familia entera, no hace justicia a lo que ellos creen injusto, sino que multiplica la injusticia por dos.
Llevar los cuerpos de civiles del bando opuesto, heridos, ensangrentados y mutilados a su territorio y enseñárselos a su gente mientras gritan y festejan, no representa realmente a su pueblo.
Los muchos palestinos que no pertenecen a estos grupos terroristas, se horrorizan en privado (en público no pueden hacerlo sin que corran peligro sus vidas en manos de sus “líderes”) y rezan por una solución duradera con sus vecinos israelíes.
Ahora, y hecha esta reseña, entretengamos la idea de Bregman por un rato y veamos que pasaría. Pongámosle que todos estamos de acuerdo con ella y coincidiéramos con su concepto sobre Israel. Pongámosle también que gracias a esa “lucha”, Palestina se libera y llega a estar tan bien, como la líder socialista argentina lo desea.
¿Qué pasaría el día después? ¿Se daría cuenta recién allí de la opresión y abuso que sufre el pueblo palestino y los pueblos musulmanes en general por parte de quienes los gobiernan? ¿Recién allí empezaría a luchar por la libertad de expresión de esa gente? ¿Recién ahí incorporaría en su discurso la lucha por la igualdad de las mujeres y el fin al maltrato y menosprecio de las mismas? ¿Le importa algo de eso hoy? ¿Dónde está la coherencia entre el discurso y las acciones de Bregman?
En cualquier lugar del mundo y en cualquier situación, lo que debe defenderse es el derecho a la vida de todos, no solamente de aquellos que creemos que nos hacen ver como si fuésemos revolucionarios.