Hay cosas que a CFK le gustan, y otras que no. Por ejemplo, no quiere ser la única implicada con la corrupción y que todos crean que Alberto es impoluto.
Pero a la vez, le encanta que la llamen “jefa”. No importa si es de una banda ilícita o de gobierno. Le gusta el mote.
Se siente a gusto con él y la hace sentir con un poder, que en realidad no tiene.
Cualquier investigación interna respecto a corrupción que se haga en nuestro país, llegará de una manera u otra, a ella. Ahí es donde se encamina y termina todo. Más allá de Cristina, no se encuentra nada. Y eso, hace que los que la investigan en Argentina, le hayan dado el cargo más alto.
Pero, como parte de un grupo de periodistas independientes, trabajando fuera de nuestras fronteras, hemos tropezado con algo que sospechábamos desde un comienzo, pero que pone todo en perspectiva.
A nivel internacional, tanto CFK, como Maduro, Castro, Evo y Correa, son piezas pequeñas, en un engranaje enorme.
Las verdaderas órdenes, llegan desde Irán y China. Cada una de estas dos naciones, tienen intereses diversos, en nuestro continente.
Irán busca aún, poder obtener los materiales y el conocimiento que le falta, para completar su plan nuclear. China, sin embargo, necesita una base (ya sabemos que tiene una en el sur), desde donde poder operar en distintos ámbitos (militar, espacial, científico, minero, y agricultor)
A cambio de obtener lo que estos dos poderosos países requieren, es que hace muchos años, han comprado las voluntades de los anteriormente nombrados.
Les ofrecieron, y ofrecen a cambio, el oro y el moro, siempre y cuando la lealtad y el alineamiento, sean las prioridades.
Evo y Correa, han pagado un gran precio, por salirse del libreto, y buscar su propio beneficio, en lugar de respetar los contratos no escritos con sus superiores.
El kirchnerismo, a pesar de sus desprolijidades, que permitieron descubrir años de corrupción, se mantuvo leal a la causa mayor, y por eso fue ayudado a volver al poder.
Argentina, es más importante estratégicamente que cualquier otro país latinoamericano, y ahora que les han regalado una segunda oportunidad, necesitan desesperadamente hacer lo que sea, para limpiar causas, quedar como víctimas y perseguidos, para no perder el gran negocio que China e Irán representan para ellos.
En definitiva, si el kirchnerismo deja de serles útil, los jefes reales de la banda internacional, no dudarían en deshacerse de ellos como fuere.
Nada quiere más Cristina que pasar a la historia, pero una historia escrita por ella misma, y se le está acabando el tiempo, ya que la gente, le está perdiendo el miedo.
Si los que la manejan la abandonasen, podrían pasar dos cosas.
Los que realmente queremos a nuestra república, debemos intentar por todos los medios, que no logren esa reforma de la justicia que buscan. Eso serviría de salvoconducto, para garantizarle eternidad en el poder.
Pero también se necesita, que la justicia sea independiente, y que CFK, termine pagando por sus delitos.
Es la única forma, de que no pueda escribir su propia historia, con final feliz incluido.
Pero a la vez, le encanta que la llamen “jefa”. No importa si es de una banda ilícita o de gobierno. Le gusta el mote.
Se siente a gusto con él y la hace sentir con un poder, que en realidad no tiene.
Cualquier investigación interna respecto a corrupción que se haga en nuestro país, llegará de una manera u otra, a ella. Ahí es donde se encamina y termina todo. Más allá de Cristina, no se encuentra nada. Y eso, hace que los que la investigan en Argentina, le hayan dado el cargo más alto.
Pero, como parte de un grupo de periodistas independientes, trabajando fuera de nuestras fronteras, hemos tropezado con algo que sospechábamos desde un comienzo, pero que pone todo en perspectiva.
A nivel internacional, tanto CFK, como Maduro, Castro, Evo y Correa, son piezas pequeñas, en un engranaje enorme.
Las verdaderas órdenes, llegan desde Irán y China. Cada una de estas dos naciones, tienen intereses diversos, en nuestro continente.
Irán busca aún, poder obtener los materiales y el conocimiento que le falta, para completar su plan nuclear. China, sin embargo, necesita una base (ya sabemos que tiene una en el sur), desde donde poder operar en distintos ámbitos (militar, espacial, científico, minero, y agricultor)
A cambio de obtener lo que estos dos poderosos países requieren, es que hace muchos años, han comprado las voluntades de los anteriormente nombrados.
Les ofrecieron, y ofrecen a cambio, el oro y el moro, siempre y cuando la lealtad y el alineamiento, sean las prioridades.
Evo y Correa, han pagado un gran precio, por salirse del libreto, y buscar su propio beneficio, en lugar de respetar los contratos no escritos con sus superiores.
El kirchnerismo, a pesar de sus desprolijidades, que permitieron descubrir años de corrupción, se mantuvo leal a la causa mayor, y por eso fue ayudado a volver al poder.
Argentina, es más importante estratégicamente que cualquier otro país latinoamericano, y ahora que les han regalado una segunda oportunidad, necesitan desesperadamente hacer lo que sea, para limpiar causas, quedar como víctimas y perseguidos, para no perder el gran negocio que China e Irán representan para ellos.
En definitiva, si el kirchnerismo deja de serles útil, los jefes reales de la banda internacional, no dudarían en deshacerse de ellos como fuere.
Nada quiere más Cristina que pasar a la historia, pero una historia escrita por ella misma, y se le está acabando el tiempo, ya que la gente, le está perdiendo el miedo.
Si los que la manejan la abandonasen, podrían pasar dos cosas.
- Que corra la suerte de Evo y Correa, a los que los bajaron, destituyeron y los buscan para enjuiciarlos (con pruebas presentadas por los que hasta hace un rato nomás estaban de su lado)
- Que todo tuviese un final trágico.
Los que realmente queremos a nuestra república, debemos intentar por todos los medios, que no logren esa reforma de la justicia que buscan. Eso serviría de salvoconducto, para garantizarle eternidad en el poder.
Pero también se necesita, que la justicia sea independiente, y que CFK, termine pagando por sus delitos.
Es la única forma, de que no pueda escribir su propia historia, con final feliz incluido.