Me gustaría comenzar diciendo, como ya lo
escribí en uno de mis recientes blogs, que está bien que cualquier gobierno haga lo posible para luchar contra los monopolios.
Pero también .....
escribí en uno de mis recientes blogs, que está bien que cualquier gobierno haga lo posible para luchar contra los monopolios.
Pero también .....
vale la pena aclarar que, en cualquier democracia, el derecho a la libre expresión debe ser respetado o no se la puede llamar democracia.
Y en esta ley de medios, no se trata ni de una cosa ni de la otra, sino de venganza.
Tratar de bajar línea gubernamental diciendo que el grupo clarín es como un monopolio y eso es peligroso, no está bien.
Es verdad que dominan una gran mayoría de la prensa escrita, y también del mundo televisivo, más precisamente casi un 82% de los medios argentinos están conectados al grupo Clarín de una forma u otra.
Esto implica, que hay un 18% que no les pertenece, ni los representa, por lo que, por definición, dice que el grupo no es un monopolio, ya que tiene competidores en el mercado.
La realidad de la ley de medios pasa por dos cosas que este gobierno está obsesionado en lograr.
Quieren a toda costa callar a los que se le oponen, y el grupo Clarín, lógicamente es su oposición número uno.
Pero también tienen en el ojo todavía el asunto del papel prensa.
No digo que Clarín y La Nación lo han adquirido de manera limpia, ni que tienen derecho a ser dueños de eso, tema para discutir aparte.
Pero generar toda una ley, para atacarlos por esos motivos no está bien.
Si se les oponen ideológicamente, intentar callarlos es antidemocrático y contra la libertad de expresión y de prensa.
Lo más notable de todo esto es que los medios oficialistas son mucho menos pluralistas que los demás (sean del grupo Clarín o no) y más importantemente incluso adentro de la AFSCA hay gente con conflicto de intereses en el asunto y esto no ha sido tratado ni solucionado.
Además digo yo, si Clarín con el 82% de los medios, “no consiguió” derrotarlos en tres elecciones presidenciales (una de Néstor y dos de Cristina), no será que ahora pierden porque están fracasando en su gestión?
Contra los monopolios, los apoyo, pero en este caso no lo hay.
Para callar a los que piensan distinto por la fuerza o por decreto, no los apoyare jamás, ni a ellos, ni a ningún otro que lo intente.
Y en esta ley de medios, no se trata ni de una cosa ni de la otra, sino de venganza.
Tratar de bajar línea gubernamental diciendo que el grupo clarín es como un monopolio y eso es peligroso, no está bien.
Es verdad que dominan una gran mayoría de la prensa escrita, y también del mundo televisivo, más precisamente casi un 82% de los medios argentinos están conectados al grupo Clarín de una forma u otra.
Esto implica, que hay un 18% que no les pertenece, ni los representa, por lo que, por definición, dice que el grupo no es un monopolio, ya que tiene competidores en el mercado.
La realidad de la ley de medios pasa por dos cosas que este gobierno está obsesionado en lograr.
Quieren a toda costa callar a los que se le oponen, y el grupo Clarín, lógicamente es su oposición número uno.
Pero también tienen en el ojo todavía el asunto del papel prensa.
No digo que Clarín y La Nación lo han adquirido de manera limpia, ni que tienen derecho a ser dueños de eso, tema para discutir aparte.
Pero generar toda una ley, para atacarlos por esos motivos no está bien.
Si se les oponen ideológicamente, intentar callarlos es antidemocrático y contra la libertad de expresión y de prensa.
Lo más notable de todo esto es que los medios oficialistas son mucho menos pluralistas que los demás (sean del grupo Clarín o no) y más importantemente incluso adentro de la AFSCA hay gente con conflicto de intereses en el asunto y esto no ha sido tratado ni solucionado.
Además digo yo, si Clarín con el 82% de los medios, “no consiguió” derrotarlos en tres elecciones presidenciales (una de Néstor y dos de Cristina), no será que ahora pierden porque están fracasando en su gestión?
Contra los monopolios, los apoyo, pero en este caso no lo hay.
Para callar a los que piensan distinto por la fuerza o por decreto, no los apoyare jamás, ni a ellos, ni a ningún otro que lo intente.