“vamos a terminar con la grieta. Vinimos a poner a la Argentina, otra vez de pie”
Slogan utilizado como caballito de batalla, por Alberto Fernández, durante la campaña electoral.
En principio, parece algo potente, relevante, y con la intención de captar votos ajenos, que nunca vienen mal. Pero es una frase que al analizarla...
Slogan utilizado como caballito de batalla, por Alberto Fernández, durante la campaña electoral.
En principio, parece algo potente, relevante, y con la intención de captar votos ajenos, que nunca vienen mal. Pero es una frase que al analizarla...
encierra en sí misma, una contradicción. ¿Cómo se cierra una grieta, esbozando qué, el gobierno anterior, puso al país de rodillas?
Hoy, ya presidente de la nación, Fernández abrió las sesiones legislativas, aún mencionando esas palabras.
En su discurso, muchas veces, denostó la gestión de Mauricio Macri, y se pronunció con una agresividad inusual, para con lo que sucedió en el país, en los últimos 4 años.
Ganar una elección con el 48% de los votos, y en primera vuelta, implica un margen holgado, es decir que llegó al poder, con mucho apoyo.
Esa circunstancia, debió ser aprovechada, para hablar de cara al futuro, mostrando planes, y orgullosamente, involucrar a todo el espectro político, ya que esto demostraría, que se trabaja para la mayoría del pueblo argentino, y no solamente, para quienes lo votaron. Lo que a su vez, podría traducirse como un esfuerzo para cerrar una grieta.
Pero sea el primer mandatario, o quien haya escrito las palabras que este dijo ante el congreso, decidió, rubro por rubro, criticar lo que fue, en lugar de entusiasmarnos con lo que vendrá.
El problema con el que se encontraron, es que nadie chequeó, que lo que se diría, fuera verídico y comprobable.
En la era en la que vivimos, el acceso a la información es casi instantáneo, y haber caído en errores tan groseros como los que se cometieron, mostró, no sólo mala intención, sino también, que viven en los años 60/70, donde se creía todo lo que se decía, por ser muy difícil averiguar cualquier cosa.
¿Cómo puede cualquiera poner a un país de pie, si está tecnológicamente atrasado 60/70 años?
Usar facebook, twitter, instagram o cualquier red social, no significa estar al día. Las redes son propaganda y publicidad, no gestión.
No hace falta ir más allá, no necesitamos saber programas económicos, ni planes para la seguridad.
Suena minimalista, pero todo vuelve a lo mismo. Sin la tecnología que hoy mueve al mundo, nunca se podrá avanzar.
Por eso, y justo por eso, el gobierno de Cambiemos, desesperadamente, necesitaba 4 años más
Agarraron un país donde nada era digital, nada era realizado electrónicamente, todo era hecho a mano y la burocracia la reina suprema.
¿Cómo iban a achicar el estado, y reducir gastos, si los sistemas necesarios para qué ello ocurra, no estaban en pie?
Pero mencioné seguridad. ¿Cómo es posible que tan de repente se empiece a perder una batalla qué estaba controlada?
Los criminales comunes, y los narcos, a medida que quienes los combaten, ganan terreno, saben que deben esforzarse, para superarse y recuperar supremacía. Para ello, deben incorporar tecnología (una vez más esa palabra) más avanzada, o lograr que quien la tenga, la pierda.
La nueva ministra de seguridad, hizo esto último. Sacó de una forma u otra todo lo que el anterior gobierno había incorporado. El resultado por ahora, es el crecimiento de los crímenes violentos, del narcotráfico y de la inseguridad en general.
Otro ejemplo, es el campo. De la boca para afuera, el mensaje peronista-kirchnerista, es que “el campo es el enemigo del pueblo. Terratenientes, millonarios, que no hacen nada”. La realidad es otra.
Para mantenerse competitivo a nivel internacional, sin comprometer la calidad de los productos, que tan buena reputación tienen, el campo, debe invertir regularmente en maquinaria, metodologías nuevas, y demás avances globales. Sin embargo, una vez más se les entorpece el crecimiento, con la suba de retenciones e impuestos.
Incluso para la corrupción fueron antiguos. Hicieron muchos esfuerzos para que no se notara lo que robaban. Usaron bolsos, oficinas, conventos, mausoleos, pero la tecnología, siempre los condenó. Las cámaras de seguridad de la “rosadita”, la escala en Seychelles, el sistema bancario suizo.
Los ejemplos abundan, pero al haber empezado el tema, es bueno dejarlo ahí, para que quien lea esto, también busque cosas, para corroborar, que el mayor enemigo del peronismo y el kirchnerismo, es en realidad, “el tiempo en que nos toca vivir”. Porque en el “hoy y ahora” son obsoletos. Es un partido antiguo, que no se modernizó con el correr de los años, y que no entiende, ni descifra el presente.
Por eso, la propaganda de estos tiempos es contra “el neo liberalismo”, y no tanto a favor de la izquierda.
Al primero no lo entienden, y al segundo, lo detestan.
Hoy, ya presidente de la nación, Fernández abrió las sesiones legislativas, aún mencionando esas palabras.
En su discurso, muchas veces, denostó la gestión de Mauricio Macri, y se pronunció con una agresividad inusual, para con lo que sucedió en el país, en los últimos 4 años.
Ganar una elección con el 48% de los votos, y en primera vuelta, implica un margen holgado, es decir que llegó al poder, con mucho apoyo.
Esa circunstancia, debió ser aprovechada, para hablar de cara al futuro, mostrando planes, y orgullosamente, involucrar a todo el espectro político, ya que esto demostraría, que se trabaja para la mayoría del pueblo argentino, y no solamente, para quienes lo votaron. Lo que a su vez, podría traducirse como un esfuerzo para cerrar una grieta.
Pero sea el primer mandatario, o quien haya escrito las palabras que este dijo ante el congreso, decidió, rubro por rubro, criticar lo que fue, en lugar de entusiasmarnos con lo que vendrá.
El problema con el que se encontraron, es que nadie chequeó, que lo que se diría, fuera verídico y comprobable.
En la era en la que vivimos, el acceso a la información es casi instantáneo, y haber caído en errores tan groseros como los que se cometieron, mostró, no sólo mala intención, sino también, que viven en los años 60/70, donde se creía todo lo que se decía, por ser muy difícil averiguar cualquier cosa.
¿Cómo puede cualquiera poner a un país de pie, si está tecnológicamente atrasado 60/70 años?
Usar facebook, twitter, instagram o cualquier red social, no significa estar al día. Las redes son propaganda y publicidad, no gestión.
No hace falta ir más allá, no necesitamos saber programas económicos, ni planes para la seguridad.
Suena minimalista, pero todo vuelve a lo mismo. Sin la tecnología que hoy mueve al mundo, nunca se podrá avanzar.
Por eso, y justo por eso, el gobierno de Cambiemos, desesperadamente, necesitaba 4 años más
Agarraron un país donde nada era digital, nada era realizado electrónicamente, todo era hecho a mano y la burocracia la reina suprema.
¿Cómo iban a achicar el estado, y reducir gastos, si los sistemas necesarios para qué ello ocurra, no estaban en pie?
Pero mencioné seguridad. ¿Cómo es posible que tan de repente se empiece a perder una batalla qué estaba controlada?
Los criminales comunes, y los narcos, a medida que quienes los combaten, ganan terreno, saben que deben esforzarse, para superarse y recuperar supremacía. Para ello, deben incorporar tecnología (una vez más esa palabra) más avanzada, o lograr que quien la tenga, la pierda.
La nueva ministra de seguridad, hizo esto último. Sacó de una forma u otra todo lo que el anterior gobierno había incorporado. El resultado por ahora, es el crecimiento de los crímenes violentos, del narcotráfico y de la inseguridad en general.
Otro ejemplo, es el campo. De la boca para afuera, el mensaje peronista-kirchnerista, es que “el campo es el enemigo del pueblo. Terratenientes, millonarios, que no hacen nada”. La realidad es otra.
Para mantenerse competitivo a nivel internacional, sin comprometer la calidad de los productos, que tan buena reputación tienen, el campo, debe invertir regularmente en maquinaria, metodologías nuevas, y demás avances globales. Sin embargo, una vez más se les entorpece el crecimiento, con la suba de retenciones e impuestos.
Incluso para la corrupción fueron antiguos. Hicieron muchos esfuerzos para que no se notara lo que robaban. Usaron bolsos, oficinas, conventos, mausoleos, pero la tecnología, siempre los condenó. Las cámaras de seguridad de la “rosadita”, la escala en Seychelles, el sistema bancario suizo.
Los ejemplos abundan, pero al haber empezado el tema, es bueno dejarlo ahí, para que quien lea esto, también busque cosas, para corroborar, que el mayor enemigo del peronismo y el kirchnerismo, es en realidad, “el tiempo en que nos toca vivir”. Porque en el “hoy y ahora” son obsoletos. Es un partido antiguo, que no se modernizó con el correr de los años, y que no entiende, ni descifra el presente.
Por eso, la propaganda de estos tiempos es contra “el neo liberalismo”, y no tanto a favor de la izquierda.
Al primero no lo entienden, y al segundo, lo detestan.