Todo el mundo habla del Coronavirus. El mundo revuelve a su alrededor. Este nuevo virus, que agarró por sorpresa a todos, ha logrado expandirse de manera tan veloz, que causó pánico global.
Como con todo lo nuevo, y lo inexplicable, siempre hay quienes buscan más allá, y pretenden implantar como ciertas, historias que ellos mismos han inventado.
Algunas ....
Como con todo lo nuevo, y lo inexplicable, siempre hay quienes buscan más allá, y pretenden implantar como ciertas, historias que ellos mismos han inventado.
Algunas ....
están bien armadas, y ganan muchos adeptos, que desde el momento que las escuchan, intentan que cada pieza pegué, para ir armando un rompecabezas inexistente.
Las potencias del mundo, buscan soluciones graduales, dentro de sus propios países, pero no se olvidan de hacer política internacional, echando leña al fuego, tratando de que haya un culpable para esta contaminación planetaria, y estableciendo claramente, que no son ellos.
Entonces tenemos a China, país donde se originó todo, buscando la forma de culpar a EE.UU. y a estos últimos, culpando a los primeros, por las dudas.
Desde esas infantiles acusaciones mutuas, es que nacen las teorías de conspiración. Y al final, el que repite y agranda más la historia, es el ganador.
Pero la realidad es otra. China es un país gigantesco, superpoblado, y que si bien cambió su economía externa, transformándola en capitalismo puro, los ciudadanos, aún viven de la puerta hacia adentro, bajo un régimen comunista y dictatorial.
Pero para su supervivencia, el gigante asiático, depende mucho de su comercio, con el resto del mundo.
Sus principales fuentes de ingreso, son Europa y USA. Si China dejase de comerciar con estos dos sectores, y tuviese que subsistir con lo que le generan todo el resto de los países del mundo (incluyendo su mercado interno), sería uno de los países más pobres del planeta.
Entre otras cosas, porque los acuerdos comerciales, entre China y esos dos bloques, son mutuos, y se abastecen los unos a los otros, más económicamente.
Una de las teorías deambulando por ahí, es que China, causo esta crisis, por dos motivos (según lo que se lea).
El primero, dice que es para “deshacerse” de su población más anciana, y que no produce, pero le cuesta mucho al estado.
El segundo, aparentemente, es para convertirse en el eje del mundo, y poder tener más poder sobre las otras potencias.
Estos dos motivos, de ser verdad (que no lo son), llevarían al país asiático a la quiebra.
En su población de mayor edad, el gobierno, encuentra la base de su poder interno. Son los que han vivido bajo este modelo más tiempo, los que lo defienden a rajatabla. En cambio, la población más joven (supuestamente la menos afectada por el virus), que es la más productiva, no apoya tanto al sistema, y en una crisis como esta, podrían encontrar la excusa perfecta para rebelarse y buscar cambios.
Es decir que la primera razón por la que los “conspirativos” dicen que China provocó esto adrede, sería ilógica y contraproducente. Por lo que queda descartada.
La segunda teoría, como vimos, también opina que el gobierno del país asiático, provocó la pandemia, pero por razones económicas.
Desde el comienzo de esta tragedia, han sucedido muchas cosas al mismo tiempo: ha bajado el precio del petróleo, se han desplomado las bolsas mundiales, y la producción de todos los artículos y mercancías han sufrido a tal punto, que los precios han tocado fondo, por la falta de demanda.
China, no solamente produce en masa cosas para todo el mundo, sino que también provee la mano de obra.
De ser cierta esta teoría (que tampoco lo es), China, podría comprar, pero no vender.
Si la producción y las empresas, entran en crisis, y no necesitan más la mano de obra, la economía interna de China, colapsa en unas pocas horas, y todos sabemos lo que puede generarse, cuando hay masivo descontento de un pueblo.
Por lo que no importa por donde se lo mire, sería imposible y muy perjudicial para China, causar una pandemia mundial, por CUALQUIER motivo.
Por otro lado, los chinos, sin decir mucho, argumentaron y dieron a entender que fue USA quien esparció el Coronavirus, con la idea de que China sea el país más afectado, y así, vencer a su mayor amenaza.
El problema con esa teoría, es que la realidad es otra. Las dos potencias, son enemigos, de la boca para afuera. Pero la industria de EE.UU, se desarrolla más en China, que en suelo propio.
Lo que sí es cierto y demostrado, es que el país norteamericano, podría sobrevivir sin los chinos, pero esto afectaría la competitividad de sus precios, y la calidad de sus productos.
Estados Unidos, no está interesado, en que China cambie. Es más, necesita que todo siga igual, ya que son la primera potencia mundial, gracias al trabajo de los chinos.
Por lo que si bien, USA, tiene la capacidad para ser culpable de infectar a todo el planeta, lo que no tiene es motivos para hacerlo.
Hay veces en las que es más fácil buscar culpables, que enfrentarnos a nuestra propia vulnerabilidad.
Estamos acostumbrados a decir y oír que los seres humanos, somos la especie más inteligente y desarrollada de los seres vivos, por eso no vemos lo débiles que realmente somos.
Queda en nosotros dejar de mirar hacia otro lado, y aceptar que no somos eternos.
Las potencias del mundo, buscan soluciones graduales, dentro de sus propios países, pero no se olvidan de hacer política internacional, echando leña al fuego, tratando de que haya un culpable para esta contaminación planetaria, y estableciendo claramente, que no son ellos.
Entonces tenemos a China, país donde se originó todo, buscando la forma de culpar a EE.UU. y a estos últimos, culpando a los primeros, por las dudas.
Desde esas infantiles acusaciones mutuas, es que nacen las teorías de conspiración. Y al final, el que repite y agranda más la historia, es el ganador.
Pero la realidad es otra. China es un país gigantesco, superpoblado, y que si bien cambió su economía externa, transformándola en capitalismo puro, los ciudadanos, aún viven de la puerta hacia adentro, bajo un régimen comunista y dictatorial.
Pero para su supervivencia, el gigante asiático, depende mucho de su comercio, con el resto del mundo.
Sus principales fuentes de ingreso, son Europa y USA. Si China dejase de comerciar con estos dos sectores, y tuviese que subsistir con lo que le generan todo el resto de los países del mundo (incluyendo su mercado interno), sería uno de los países más pobres del planeta.
Entre otras cosas, porque los acuerdos comerciales, entre China y esos dos bloques, son mutuos, y se abastecen los unos a los otros, más económicamente.
Una de las teorías deambulando por ahí, es que China, causo esta crisis, por dos motivos (según lo que se lea).
El primero, dice que es para “deshacerse” de su población más anciana, y que no produce, pero le cuesta mucho al estado.
El segundo, aparentemente, es para convertirse en el eje del mundo, y poder tener más poder sobre las otras potencias.
Estos dos motivos, de ser verdad (que no lo son), llevarían al país asiático a la quiebra.
En su población de mayor edad, el gobierno, encuentra la base de su poder interno. Son los que han vivido bajo este modelo más tiempo, los que lo defienden a rajatabla. En cambio, la población más joven (supuestamente la menos afectada por el virus), que es la más productiva, no apoya tanto al sistema, y en una crisis como esta, podrían encontrar la excusa perfecta para rebelarse y buscar cambios.
Es decir que la primera razón por la que los “conspirativos” dicen que China provocó esto adrede, sería ilógica y contraproducente. Por lo que queda descartada.
La segunda teoría, como vimos, también opina que el gobierno del país asiático, provocó la pandemia, pero por razones económicas.
Desde el comienzo de esta tragedia, han sucedido muchas cosas al mismo tiempo: ha bajado el precio del petróleo, se han desplomado las bolsas mundiales, y la producción de todos los artículos y mercancías han sufrido a tal punto, que los precios han tocado fondo, por la falta de demanda.
China, no solamente produce en masa cosas para todo el mundo, sino que también provee la mano de obra.
De ser cierta esta teoría (que tampoco lo es), China, podría comprar, pero no vender.
Si la producción y las empresas, entran en crisis, y no necesitan más la mano de obra, la economía interna de China, colapsa en unas pocas horas, y todos sabemos lo que puede generarse, cuando hay masivo descontento de un pueblo.
Por lo que no importa por donde se lo mire, sería imposible y muy perjudicial para China, causar una pandemia mundial, por CUALQUIER motivo.
Por otro lado, los chinos, sin decir mucho, argumentaron y dieron a entender que fue USA quien esparció el Coronavirus, con la idea de que China sea el país más afectado, y así, vencer a su mayor amenaza.
El problema con esa teoría, es que la realidad es otra. Las dos potencias, son enemigos, de la boca para afuera. Pero la industria de EE.UU, se desarrolla más en China, que en suelo propio.
Lo que sí es cierto y demostrado, es que el país norteamericano, podría sobrevivir sin los chinos, pero esto afectaría la competitividad de sus precios, y la calidad de sus productos.
Estados Unidos, no está interesado, en que China cambie. Es más, necesita que todo siga igual, ya que son la primera potencia mundial, gracias al trabajo de los chinos.
Por lo que si bien, USA, tiene la capacidad para ser culpable de infectar a todo el planeta, lo que no tiene es motivos para hacerlo.
Hay veces en las que es más fácil buscar culpables, que enfrentarnos a nuestra propia vulnerabilidad.
Estamos acostumbrados a decir y oír que los seres humanos, somos la especie más inteligente y desarrollada de los seres vivos, por eso no vemos lo débiles que realmente somos.
Queda en nosotros dejar de mirar hacia otro lado, y aceptar que no somos eternos.