Ha pasado poco màs de una semana desde la tràgica muerte de Nisman y hay màs cosas que no cierran que las que lo hacen. Es màs, cada dìa se abren nuevos interrogantes respecto a la causa.
Durante estos 9 dìas y pico....
Durante estos 9 dìas y pico....
yo me he tomado mi tiempo. Pero no voy a hablar o analizar el caso como una causa judicial, porque para mì hay muchas cosas y conclusiones que se pueden sacar, solamente analizando actitudes, dichos y acciones de las personas e instituciones implicadas.
Lo jurìdico, me interesa mucho, pero generalmente, muchas de las supuestas pruebas sean a favor o en contra del trabajo de Nisman, no seràn admitidas legalmente como tales (por ejemplo las escuchas, a menos que el juez de la causa reconozca que las ha ordenado èl, etc.)
Tratarè de ir en orden cronològico y organizar mis pensamientos de manera tal que pueda ir aportando datos y descartando otros para ver si se llega a algo, sòlo con conductas de la ùltima semana.
Para este trabajo, le he hecho caso hasta a Daniel Scioli, que dijo, al publicarse la segunda carta de la Presidente, que para saber si habìa habido un giro o no (el creìa que no), habìa que leer y releer la primera carta muchas veces. Asì que hice eso y màs, la segunda, tambièn la leì y releì.
Seguì los pasos sugeridos por CFK en sus cartas, para saber si estos me llevarìan a buen puerto y a comprobar que su versiòn era confiable.
Seguì atentamente, cada paso dado, oficialmente (no lo leì en medios afines ni independientes) por gente del gobierno (ministros, la misma Presidente, Secretarios de carteras o de la Presidencia, Jefes de Gabinete, Cùpulas de partidos polìticos, polìticos de la oposiciòn, ex funcionarios, ex senadores, ex ministros de otros partidos, etc)
Establecì, yo mismo en un blog mio anterior, que la posibilidad de contrainteligencia existìa y podìa llegar a ser plausible.
Pero dicen que todos los caminos conducen a Roma, asì que veamos...
“Hay un cuerpo, sangre, una pistola y un casquillo de bala, todo conduce a suicidio” Que esa declaraciòn sea dada por alguien en su cargo, sin prueba alguna, sin que hayan hecho las pericias, y teniendo en cuenta que el muerto era un fiscal de la naciòn que habìa acusado a la mismìsima Presidente, puede interpretarse como bajada de lìnea para quien tenga que investigar el “incidente”.
He aquì mi primera “pista” relacionada a actitudes emanadas desde el gobierno: Berni, llega al lugar donde està Nisman y hace diagnòstico de la situaciòn, condicionando o intentando condicionar a quien tome la causa. Es decir, dàndoles la teorìa del suicidio, como la direcciòn a seguir en la investigaciòn.
Berni dijo a la prensa que èl fue el encargado de decirle a la presidente lo que habìa sucedido (La presidente dijo que fue la ministro de seguridad) ¿Quièn es el encargado de Berni (Secretario de Seguridad)? El ministerio de Seguridad (Cecilia Rodriguez), a su vez responsabilidad de la Presidente de la Nación.
Pista de actitudes gubernamentales nùmero dos. La presidente, se entera 10 minutos despuès que Berni, y eso NO la lleva a tomar control visible de la situaciòn. En ningùn momento, dejò su “reposo mèdico” de lado, para tomar las riendas de la situaciòn de manera tal, que nosotros, los ciudadanos de la Argentina, veamos a nuestra lìder, hacer justamente eso, timonear la nave “llamada paìs”.Al contrario, se refugiò en un silencio absoluto, como tomàndose tiempo para ver que decir.
Justo ella, que siempre ha querido ser recordada por la historia, en un momento en que podìa (y debìa) comandar a la naciòn, desapareciò y callò.
No puedo imaginarme ni a San Martìn, ni a Churchill, ni a Bolivar, ni a Napoleòn u otro de los ilustres nombres que aparecen en todos los libros de historia, escondièndose en momentos claves.
Cuando finalmente, recibimos noticias de nuestra presidente, fue a través de una carta en facebook.
La leì una vez, dos veces y tres. Llena de contradicciones, habla de ¿suicidio? (entre signos de pregunta) como dudàndolo, pero despuès nos da esa frase ya famosa de “¿què lleva a un hombre.....?, todo luego es una maraña de nada y nada màs que anècdotas familiares y de sus hijos. Con un tacto impresionante, ya que los hijos de Nisman, no van a poder tener màs anècdotas que compartir con su padre.
Mientras releìa la carta varias veces, (como nos pidiò el gobernador de la Provincia de Buenos Aires), salió a hablar el canciller Hèctor Timerman, y en sus declaraciones dice “nadie màs que la Presidente y yo querìamos a Nisman vivo”
Dejè de releer la carta, porque ya no tenìa sentido.
Las declaraciones del canciller y la comunicación por medio de la red social, me llevaban a la tercera pista de actitudes gubernamentales autoincriminatorias: si nadie querìa a Nisman vivo màs que ellos, ¿Còmo es posible que su custodia fuese tan relajada (no en cantidad de hombres, sino en actitud)? ¿Por què no se designò a los hombres màs idòneos y confiables para la tarea de su custodia? ¿còmo es que no se revisaron, identificaron, registraron y solucionaron los problemas con càmaras de seguridad en el edificio? ¿Por què habìa (supuestamente) custodia en la puerta principal del edificio, que era la màs difìcil de vulnerar, pero nadie en la entrada de servicio, por donde hasta los delivery de pizza entran?
Si ellos dicen haberlo querido vivo, ¿por què y quièn fallò? ¿quièn fue hecho responsable INMEDIATAMENTE por el gobierno? ¿ La cabeza de quièn rodò, por no cumplir con el trabajo que “tanto querìan”? 8 dìas despuès NADIE Y NINGUNA. A los 9 días, dos custodies son pasados a disponibilidad. Pero ¿quién es responsable de ellos? La Policía Federal, dependiente del Secretario de Seguridad (Berni), dependiente del Ministerio de Seguridad (Cecilia Rodriguez), dependiente de la Presidente de la Nación.
Volviendo a la primera carta de la presidente en Facebook, nos pregunta ella allí, ¿Por qué el fiscal volvió al país dejando sola a su hija en el aeropuerto de Barajas (Madrid)?
Con esta pregunta, la señora de Kirchner, está admitiendo públicamente que seguían y espiaban al fiscal. No se explica de otra manera, que haya tenido conocimiento de lo que hizo o dejó de hacer Nisman con su hija en España.
Este párrafo, al que luego se le agregan cámaras con imágenes del fiscal durante todo su trayecto de regreso al país, confirman que los servicios de inteligencia del estado, estaban interesados de su accionar. En su segunda carta en Facebook, la presidente deja ver que ella estaba segura que las luchas internas en Inteligencia, habían terminado en el asesinato (del que dijo no tener ni pruebas, ni dudas) del fiscal. Si bien dio a entender que se refería a Stiuso, desplazado por ella recientemente de su posición en la ex SIDE, también es claro (y sabido) que esas internas en la SI han estado presentes por muchos años. ¿Por qué justo en el momento en que su gobierno está envuelto en tantas causas judiciales (de las que antes era protegida (y pre informada) por la SI, la presidente decide cambiar primero la estructura y algunos miembros del personal de esa dependencia?
Mi pista número cuatro de actitudes gubernamentales es: con la destitución de Stiuso y la llegada de Parrilli, se ponía a un hombre de la total confianza de la Presidente en una posición clave. Inteligencia, en la era K, ha servido no solamente para espionaje con fines políticos (no permitido por la constitución), sino también para encubrir y proteger a funcionarios de cualquier denuncia penal por corrupción, u otro delito. Es totalmente clave tener allí, a alguien en quien confiar. Parrilli, fue, el hombre ideal. Por otra parte, el plan era ingresar a La Cámpora, a la SI, lo que daría forma definitiva, al escudo necesario, para tapar y proteger a Cristina. Si esto solo, no era suficiente, añadamos los cambios que el gobierno (a través de Gils carbó) quería hacer al nombrar los nuevos fiscales (todos afines) y los cambios al código penal. Poniendo estas piezas del rompecabezas juntas, garantizarían el “escape perfecto”. Para que este plan, fuese verdaderamente perfecto había un pequeño (gran) problema, en ex agente, recientemente removido, tenía (tiene) mucho poder. Sabe todo de todos y es conocido por nunca tirar ningún material que luego pueda serle útil. Minucioso y metódico, era hombre de Néstor, pero veía con malos ojos la gestión de Cristina. Leyendo la segunda carta en Facebook, Cristina, nos quiere hacer saber, que fue una venganza de Stiuso, pero sin nombrarlo.
Y mi pensamiento es, ¿De verdad nos quiere hacer creer eso? (Miren que yo lo expuse como teoría enseguida de saber de la muerte de Nisman, pero los hechos me hicieron cambiar de idea)
¿De verdad quiere que creamos que la muerte del fiscal, entonces, puede haber sido un acto de contrainteligencia? Para creer eso habría que pensar que motivos tendría Stiuso para hacerlo. ¿Es motivo suficiente haberse quedado sin trabajo para causar todo esto? ¿Es motivo suficiente querer una jubilación mejor? ¿si bindó la presidente esta teoría, por qué no afondó en los motivos y razones que lo hubiesen llevado al ex agente a cometer este “complot”?
Ahora si quiere que pensemos en contrainteligencia, también hay que pensar en otros motivos que podría tener Stiuso y que sean más dignos, y justificaran las razones por la que la presidente sospechara de él, pero sin profundizar acerca de ellas en su carta. ¿Puede ser que sea la acción de un hombre (Stiuso) y sus contactos en el poder judicial, para desbaratar de manera brutal los planes de un gobierno corrupto, que deseaba (y desea) garantizarse impunidad en su recta final? ¿Puede ser que la denuncia que iba a presentar el fiscal fuera la “mera excusa” de ese hombre (Stiuso) para exponer al gobierno, y que, sabiendo que contaba con grandes influencias en el poder judicial (a su vez estos molestos por los cambios que quería hacer Cristina, para beneficiarse ella y sus secuaces) y de esta forma destruir todos los planes oficiales?
Lo de contrainteligencia es improbable, los motivos que ofrece del oficialismo, son muy básicos y no justifican una acción tan desmedida por parte de Stiuso. Pero la segunda parte, la más digna, suena más a un episodio de 24 y a un accionar de Jack Bauer, que a una cosa posible.
Estas cuatro pistas de actitudes psicológicas emanadas desde el gobierno, con el aditivo extra de las presentadas en su cadena nacional del otro día (donde, a pesar de ser grabada, apareció en su silla de ruedas, en vez de atrás de un escritorio, pero también lo hizo sin poder sostener su mirada en las cámaras por ratos largos), me demuestran que hay que mirar más allá de las pruebas de balística y de autopsias.
El ser humano es un ente de emociones y reacciones que a veces, hablan mucho más claramente que rastros de pólvora en las manos de un muerto.
Como ser racional y pensante, el ser humano, puede, en soledad y en equipo, planear cosas, plantar pruebas, remover otras y crear un crimen “perfecto”.
Pero esa “perfección” es vulnerable a las reacciones psicológicas de auto defensa que pueden provocarse, al realizar que ese crimen perfecto, al ser visto y analizado por otras personas (fuera de las que lo creyeron perfecto), no es tan perfecto como lo creíamos.
Y esas reacciones psicológicas de autodefensa, son las que dejan al descubierto una culpabilidad que un forense (por ahí) no encontrará.
Lo jurìdico, me interesa mucho, pero generalmente, muchas de las supuestas pruebas sean a favor o en contra del trabajo de Nisman, no seràn admitidas legalmente como tales (por ejemplo las escuchas, a menos que el juez de la causa reconozca que las ha ordenado èl, etc.)
Tratarè de ir en orden cronològico y organizar mis pensamientos de manera tal que pueda ir aportando datos y descartando otros para ver si se llega a algo, sòlo con conductas de la ùltima semana.
Para este trabajo, le he hecho caso hasta a Daniel Scioli, que dijo, al publicarse la segunda carta de la Presidente, que para saber si habìa habido un giro o no (el creìa que no), habìa que leer y releer la primera carta muchas veces. Asì que hice eso y màs, la segunda, tambièn la leì y releì.
Seguì los pasos sugeridos por CFK en sus cartas, para saber si estos me llevarìan a buen puerto y a comprobar que su versiòn era confiable.
Seguì atentamente, cada paso dado, oficialmente (no lo leì en medios afines ni independientes) por gente del gobierno (ministros, la misma Presidente, Secretarios de carteras o de la Presidencia, Jefes de Gabinete, Cùpulas de partidos polìticos, polìticos de la oposiciòn, ex funcionarios, ex senadores, ex ministros de otros partidos, etc)
Establecì, yo mismo en un blog mio anterior, que la posibilidad de contrainteligencia existìa y podìa llegar a ser plausible.
Pero dicen que todos los caminos conducen a Roma, asì que veamos...
“Hay un cuerpo, sangre, una pistola y un casquillo de bala, todo conduce a suicidio” Que esa declaraciòn sea dada por alguien en su cargo, sin prueba alguna, sin que hayan hecho las pericias, y teniendo en cuenta que el muerto era un fiscal de la naciòn que habìa acusado a la mismìsima Presidente, puede interpretarse como bajada de lìnea para quien tenga que investigar el “incidente”.
He aquì mi primera “pista” relacionada a actitudes emanadas desde el gobierno: Berni, llega al lugar donde està Nisman y hace diagnòstico de la situaciòn, condicionando o intentando condicionar a quien tome la causa. Es decir, dàndoles la teorìa del suicidio, como la direcciòn a seguir en la investigaciòn.
Berni dijo a la prensa que èl fue el encargado de decirle a la presidente lo que habìa sucedido (La presidente dijo que fue la ministro de seguridad) ¿Quièn es el encargado de Berni (Secretario de Seguridad)? El ministerio de Seguridad (Cecilia Rodriguez), a su vez responsabilidad de la Presidente de la Nación.
Pista de actitudes gubernamentales nùmero dos. La presidente, se entera 10 minutos despuès que Berni, y eso NO la lleva a tomar control visible de la situaciòn. En ningùn momento, dejò su “reposo mèdico” de lado, para tomar las riendas de la situaciòn de manera tal, que nosotros, los ciudadanos de la Argentina, veamos a nuestra lìder, hacer justamente eso, timonear la nave “llamada paìs”.Al contrario, se refugiò en un silencio absoluto, como tomàndose tiempo para ver que decir.
Justo ella, que siempre ha querido ser recordada por la historia, en un momento en que podìa (y debìa) comandar a la naciòn, desapareciò y callò.
No puedo imaginarme ni a San Martìn, ni a Churchill, ni a Bolivar, ni a Napoleòn u otro de los ilustres nombres que aparecen en todos los libros de historia, escondièndose en momentos claves.
Cuando finalmente, recibimos noticias de nuestra presidente, fue a través de una carta en facebook.
La leì una vez, dos veces y tres. Llena de contradicciones, habla de ¿suicidio? (entre signos de pregunta) como dudàndolo, pero despuès nos da esa frase ya famosa de “¿què lleva a un hombre.....?, todo luego es una maraña de nada y nada màs que anècdotas familiares y de sus hijos. Con un tacto impresionante, ya que los hijos de Nisman, no van a poder tener màs anècdotas que compartir con su padre.
Mientras releìa la carta varias veces, (como nos pidiò el gobernador de la Provincia de Buenos Aires), salió a hablar el canciller Hèctor Timerman, y en sus declaraciones dice “nadie màs que la Presidente y yo querìamos a Nisman vivo”
Dejè de releer la carta, porque ya no tenìa sentido.
Las declaraciones del canciller y la comunicación por medio de la red social, me llevaban a la tercera pista de actitudes gubernamentales autoincriminatorias: si nadie querìa a Nisman vivo màs que ellos, ¿Còmo es posible que su custodia fuese tan relajada (no en cantidad de hombres, sino en actitud)? ¿Por què no se designò a los hombres màs idòneos y confiables para la tarea de su custodia? ¿còmo es que no se revisaron, identificaron, registraron y solucionaron los problemas con càmaras de seguridad en el edificio? ¿Por què habìa (supuestamente) custodia en la puerta principal del edificio, que era la màs difìcil de vulnerar, pero nadie en la entrada de servicio, por donde hasta los delivery de pizza entran?
Si ellos dicen haberlo querido vivo, ¿por què y quièn fallò? ¿quièn fue hecho responsable INMEDIATAMENTE por el gobierno? ¿ La cabeza de quièn rodò, por no cumplir con el trabajo que “tanto querìan”? 8 dìas despuès NADIE Y NINGUNA. A los 9 días, dos custodies son pasados a disponibilidad. Pero ¿quién es responsable de ellos? La Policía Federal, dependiente del Secretario de Seguridad (Berni), dependiente del Ministerio de Seguridad (Cecilia Rodriguez), dependiente de la Presidente de la Nación.
Volviendo a la primera carta de la presidente en Facebook, nos pregunta ella allí, ¿Por qué el fiscal volvió al país dejando sola a su hija en el aeropuerto de Barajas (Madrid)?
Con esta pregunta, la señora de Kirchner, está admitiendo públicamente que seguían y espiaban al fiscal. No se explica de otra manera, que haya tenido conocimiento de lo que hizo o dejó de hacer Nisman con su hija en España.
Este párrafo, al que luego se le agregan cámaras con imágenes del fiscal durante todo su trayecto de regreso al país, confirman que los servicios de inteligencia del estado, estaban interesados de su accionar. En su segunda carta en Facebook, la presidente deja ver que ella estaba segura que las luchas internas en Inteligencia, habían terminado en el asesinato (del que dijo no tener ni pruebas, ni dudas) del fiscal. Si bien dio a entender que se refería a Stiuso, desplazado por ella recientemente de su posición en la ex SIDE, también es claro (y sabido) que esas internas en la SI han estado presentes por muchos años. ¿Por qué justo en el momento en que su gobierno está envuelto en tantas causas judiciales (de las que antes era protegida (y pre informada) por la SI, la presidente decide cambiar primero la estructura y algunos miembros del personal de esa dependencia?
Mi pista número cuatro de actitudes gubernamentales es: con la destitución de Stiuso y la llegada de Parrilli, se ponía a un hombre de la total confianza de la Presidente en una posición clave. Inteligencia, en la era K, ha servido no solamente para espionaje con fines políticos (no permitido por la constitución), sino también para encubrir y proteger a funcionarios de cualquier denuncia penal por corrupción, u otro delito. Es totalmente clave tener allí, a alguien en quien confiar. Parrilli, fue, el hombre ideal. Por otra parte, el plan era ingresar a La Cámpora, a la SI, lo que daría forma definitiva, al escudo necesario, para tapar y proteger a Cristina. Si esto solo, no era suficiente, añadamos los cambios que el gobierno (a través de Gils carbó) quería hacer al nombrar los nuevos fiscales (todos afines) y los cambios al código penal. Poniendo estas piezas del rompecabezas juntas, garantizarían el “escape perfecto”. Para que este plan, fuese verdaderamente perfecto había un pequeño (gran) problema, en ex agente, recientemente removido, tenía (tiene) mucho poder. Sabe todo de todos y es conocido por nunca tirar ningún material que luego pueda serle útil. Minucioso y metódico, era hombre de Néstor, pero veía con malos ojos la gestión de Cristina. Leyendo la segunda carta en Facebook, Cristina, nos quiere hacer saber, que fue una venganza de Stiuso, pero sin nombrarlo.
Y mi pensamiento es, ¿De verdad nos quiere hacer creer eso? (Miren que yo lo expuse como teoría enseguida de saber de la muerte de Nisman, pero los hechos me hicieron cambiar de idea)
¿De verdad quiere que creamos que la muerte del fiscal, entonces, puede haber sido un acto de contrainteligencia? Para creer eso habría que pensar que motivos tendría Stiuso para hacerlo. ¿Es motivo suficiente haberse quedado sin trabajo para causar todo esto? ¿Es motivo suficiente querer una jubilación mejor? ¿si bindó la presidente esta teoría, por qué no afondó en los motivos y razones que lo hubiesen llevado al ex agente a cometer este “complot”?
Ahora si quiere que pensemos en contrainteligencia, también hay que pensar en otros motivos que podría tener Stiuso y que sean más dignos, y justificaran las razones por la que la presidente sospechara de él, pero sin profundizar acerca de ellas en su carta. ¿Puede ser que sea la acción de un hombre (Stiuso) y sus contactos en el poder judicial, para desbaratar de manera brutal los planes de un gobierno corrupto, que deseaba (y desea) garantizarse impunidad en su recta final? ¿Puede ser que la denuncia que iba a presentar el fiscal fuera la “mera excusa” de ese hombre (Stiuso) para exponer al gobierno, y que, sabiendo que contaba con grandes influencias en el poder judicial (a su vez estos molestos por los cambios que quería hacer Cristina, para beneficiarse ella y sus secuaces) y de esta forma destruir todos los planes oficiales?
Lo de contrainteligencia es improbable, los motivos que ofrece del oficialismo, son muy básicos y no justifican una acción tan desmedida por parte de Stiuso. Pero la segunda parte, la más digna, suena más a un episodio de 24 y a un accionar de Jack Bauer, que a una cosa posible.
Estas cuatro pistas de actitudes psicológicas emanadas desde el gobierno, con el aditivo extra de las presentadas en su cadena nacional del otro día (donde, a pesar de ser grabada, apareció en su silla de ruedas, en vez de atrás de un escritorio, pero también lo hizo sin poder sostener su mirada en las cámaras por ratos largos), me demuestran que hay que mirar más allá de las pruebas de balística y de autopsias.
El ser humano es un ente de emociones y reacciones que a veces, hablan mucho más claramente que rastros de pólvora en las manos de un muerto.
Como ser racional y pensante, el ser humano, puede, en soledad y en equipo, planear cosas, plantar pruebas, remover otras y crear un crimen “perfecto”.
Pero esa “perfección” es vulnerable a las reacciones psicológicas de auto defensa que pueden provocarse, al realizar que ese crimen perfecto, al ser visto y analizado por otras personas (fuera de las que lo creyeron perfecto), no es tan perfecto como lo creíamos.
Y esas reacciones psicológicas de autodefensa, son las que dejan al descubierto una culpabilidad que un forense (por ahí) no encontrará.