Hace unos meses nuestra presidente hizo una comparación desacertada y muy deshonesta.
Nos había dejado ver como nuestro país estaba en una mejor situación general que Australia y que Canadá.
Fue una desafortunada mención, porque ...
Nos había dejado ver como nuestro país estaba en una mejor situación general que Australia y que Canadá.
Fue una desafortunada mención, porque ...
la gran mayoría de los argentinos (los que la apoyan y los que no), si se pusieran la mano en el corazón dirían que saben que no tenemos comparación con esos dos países del primer mundo.
En general cuando se habla de países que están a nuestro nivel de vida, la comparación cae más cerca de Botswana.
Y no es ni una mentira, ni una vergüenza.
El país africano, es uno de los pocos de ese continente que tuvo la audacia y la inteligencia suficiente, como para desarrollarse política y económicamente una vez que se independizara del colonialismo británico.
Tuvo mucho que ver que a los británicos nunca les interesara mucho ese país, por lo que no lo sostuvo tan estrictamente como lo hizo con otros países bajo su
dominio.
Es que no sabían en ese momento de la cantidad de diamantes que podrían haber explotado.
Entonces si bien era parte del imperio, estaba más que nada gobernado por los jefes de tres tribus locales.
Lo que es más llamativo aun, es que estas tribus, eran muy distintas a las de otros países africanos.
No buscaban la guerra o el dominio del uno sobre el otro, sino todo lo contrario. Se llevaban bien y se comunicaban constantemente creando una sociedad pluralista.
Pero esa no era la única diferencia. Los jefes de las tribus, eran elegidos por las mismas tribus en base a su capacidad y no por herencia, por lo que tenian el su gente.
Esto hizo que una vez declarada la independencia de Gran Bretaña, no cayeran en sangrientas guerras civiles, ni luchas por poder, como el resto de Africa.
Y así fue que al llegar el descubrimiento de las minas de diamantes, esta sociedad pluralista, trabajo junta para el beneficio de todos.
Es decir Botswana llego a lo que es hoy por tener lo que se llaman instituciones políticas y económicas incluyentes.
Esto significa que todos los sectores de una sociedad están incluidos en las decisiones que se toman, por lo que los incentivos para mejorar y progresar son mayores y más factibles que los de una sociedad con instituciones políticas y económicas extractivas, ya que estas últimas son las que están gobernadas por elites que en su mayoría extraen los beneficios económicos y políticos de estar en el poder.
Y aquí está el dato que es curioso. Argentina, como la mayoría de los países latinoamericanos, tiene instituciones políticas y económicas muy extractivas, que vienen desde la época del dominio español en la región.
Y hoy Argentina está donde está en el mundo porque al ser gobernado siempre por elites de la sociedad (las elites han cambiado, pero siempre han gobernado por y para la elite de turno) son ellas las que se han beneficiado mientras que la gran mayoría no lo ha hecho o ha caído en la pobreza.
Sin embargo Botswana está donde está por todo lo contrario.
Es decir que mientras un país supo subir posiciones en el mundo dándole cabida y mejorando a toda su sociedad, el nuestro, que está hoy en ese mismo nivel, llego hasta ahí, descendiendo en la escala de calidad de vida por manejarse de manera totalmente opuesta.
Lo que el caso de Botswana (pero también de muchos otros países como USA, Australia, Gran Bretaña, Francia, Japón, Corea del Sur) nos demuestra es que incluyendo a todos, la calidad de vida puede mejorar y se puede estar mejor.
Mientras no se haga esto, las decisiones pasaran siempre por minorías con intereses grandes (entre ellos el más importante es que nadie que no sea de esa elite, llegue a una posición en la que pueda sacarlos del poder y por ende terminar con los beneficios económicos que estar allí representa)
El gran economista y premio nobel Simon Kuznets dijo “hay cuatro tipos de países: los desarrollados, los subdesarrollados, Japón y Argentina”
Nunca pudo entender como un país como el nuestro no era un país de vanguardia y de alto nivel de vida.
Estar en democracia, en algunos países (Argentina incluida) no significa que haya pluralismo.
Uzbekistán es un ejemplo claro de esto. Desde la disolución de la Unión Soviética en 1991, han tenido siempre el mismo presidente, Islam Karimov, que ha “ganado” todas las elecciones, que han incluido el voto a su favor de los candidatos de laboposición.
En argentina esto no sucede, pero hay otra manera para “comprar votos” o generar votos de manera muy suspicaz (quitándole documentos a comunidades indígenas y entregándoselos a extranjeros para que voten por el candidato de moda, por ejemplo).
Y es este tipo de instituciones políticas y económicas que deben ser erradicadas y cambiadas para que un país salga de ese círculo vicioso de elites que se llenan los bolsillos y de la gran mayoría que vive en pobreza.
Hasta que eso suceda, no importa quien gobierne, alguien siempre se beneficiara a costa de la mayoría.
El problema es que los cambios no suceden porque, en Argentina, como en Uzbekistán, las elites manejan todo o intentan hacerlo. Entre los ejemplos están la justicia y los medios de comunicación.
Controlar estas dos cosas, implica que no hay quien controle lo que hacen los gobiernos, ya que de esa forma gobiernan, sin control judicial y “nos informan” lo que desean
La corte suprema de justicia y la prensa deben ser independientes y libres del estado para que los que gobiernan no hagan lo que les plazca.
Por eso es preocupante que en una sociedad ya bastante extractiva como la Argentina, este gobierno, quiera controlar a la justicia (nada nuevo, ya lo hicieron Perón, todos los gobiernos militares y también Menem), y a la prensa.
Si algún día nos diésemos cuenta de esto y luchasemos (constitucionalmente) para poner mas controles a nuestros gobiernos, de a poco podríamos salir de este circulo vicioso y entrar en un circulo virtuoso de pluralidad y crecimiento, y allí si, poder mirar hacia arriba y empezar a compararnos con Australia y Canadá.
En general cuando se habla de países que están a nuestro nivel de vida, la comparación cae más cerca de Botswana.
Y no es ni una mentira, ni una vergüenza.
El país africano, es uno de los pocos de ese continente que tuvo la audacia y la inteligencia suficiente, como para desarrollarse política y económicamente una vez que se independizara del colonialismo británico.
Tuvo mucho que ver que a los británicos nunca les interesara mucho ese país, por lo que no lo sostuvo tan estrictamente como lo hizo con otros países bajo su
dominio.
Es que no sabían en ese momento de la cantidad de diamantes que podrían haber explotado.
Entonces si bien era parte del imperio, estaba más que nada gobernado por los jefes de tres tribus locales.
Lo que es más llamativo aun, es que estas tribus, eran muy distintas a las de otros países africanos.
No buscaban la guerra o el dominio del uno sobre el otro, sino todo lo contrario. Se llevaban bien y se comunicaban constantemente creando una sociedad pluralista.
Pero esa no era la única diferencia. Los jefes de las tribus, eran elegidos por las mismas tribus en base a su capacidad y no por herencia, por lo que tenian el su gente.
Esto hizo que una vez declarada la independencia de Gran Bretaña, no cayeran en sangrientas guerras civiles, ni luchas por poder, como el resto de Africa.
Y así fue que al llegar el descubrimiento de las minas de diamantes, esta sociedad pluralista, trabajo junta para el beneficio de todos.
Es decir Botswana llego a lo que es hoy por tener lo que se llaman instituciones políticas y económicas incluyentes.
Esto significa que todos los sectores de una sociedad están incluidos en las decisiones que se toman, por lo que los incentivos para mejorar y progresar son mayores y más factibles que los de una sociedad con instituciones políticas y económicas extractivas, ya que estas últimas son las que están gobernadas por elites que en su mayoría extraen los beneficios económicos y políticos de estar en el poder.
Y aquí está el dato que es curioso. Argentina, como la mayoría de los países latinoamericanos, tiene instituciones políticas y económicas muy extractivas, que vienen desde la época del dominio español en la región.
Y hoy Argentina está donde está en el mundo porque al ser gobernado siempre por elites de la sociedad (las elites han cambiado, pero siempre han gobernado por y para la elite de turno) son ellas las que se han beneficiado mientras que la gran mayoría no lo ha hecho o ha caído en la pobreza.
Sin embargo Botswana está donde está por todo lo contrario.
Es decir que mientras un país supo subir posiciones en el mundo dándole cabida y mejorando a toda su sociedad, el nuestro, que está hoy en ese mismo nivel, llego hasta ahí, descendiendo en la escala de calidad de vida por manejarse de manera totalmente opuesta.
Lo que el caso de Botswana (pero también de muchos otros países como USA, Australia, Gran Bretaña, Francia, Japón, Corea del Sur) nos demuestra es que incluyendo a todos, la calidad de vida puede mejorar y se puede estar mejor.
Mientras no se haga esto, las decisiones pasaran siempre por minorías con intereses grandes (entre ellos el más importante es que nadie que no sea de esa elite, llegue a una posición en la que pueda sacarlos del poder y por ende terminar con los beneficios económicos que estar allí representa)
El gran economista y premio nobel Simon Kuznets dijo “hay cuatro tipos de países: los desarrollados, los subdesarrollados, Japón y Argentina”
Nunca pudo entender como un país como el nuestro no era un país de vanguardia y de alto nivel de vida.
Estar en democracia, en algunos países (Argentina incluida) no significa que haya pluralismo.
Uzbekistán es un ejemplo claro de esto. Desde la disolución de la Unión Soviética en 1991, han tenido siempre el mismo presidente, Islam Karimov, que ha “ganado” todas las elecciones, que han incluido el voto a su favor de los candidatos de laboposición.
En argentina esto no sucede, pero hay otra manera para “comprar votos” o generar votos de manera muy suspicaz (quitándole documentos a comunidades indígenas y entregándoselos a extranjeros para que voten por el candidato de moda, por ejemplo).
Y es este tipo de instituciones políticas y económicas que deben ser erradicadas y cambiadas para que un país salga de ese círculo vicioso de elites que se llenan los bolsillos y de la gran mayoría que vive en pobreza.
Hasta que eso suceda, no importa quien gobierne, alguien siempre se beneficiara a costa de la mayoría.
El problema es que los cambios no suceden porque, en Argentina, como en Uzbekistán, las elites manejan todo o intentan hacerlo. Entre los ejemplos están la justicia y los medios de comunicación.
Controlar estas dos cosas, implica que no hay quien controle lo que hacen los gobiernos, ya que de esa forma gobiernan, sin control judicial y “nos informan” lo que desean
La corte suprema de justicia y la prensa deben ser independientes y libres del estado para que los que gobiernan no hagan lo que les plazca.
Por eso es preocupante que en una sociedad ya bastante extractiva como la Argentina, este gobierno, quiera controlar a la justicia (nada nuevo, ya lo hicieron Perón, todos los gobiernos militares y también Menem), y a la prensa.
Si algún día nos diésemos cuenta de esto y luchasemos (constitucionalmente) para poner mas controles a nuestros gobiernos, de a poco podríamos salir de este circulo vicioso y entrar en un circulo virtuoso de pluralidad y crecimiento, y allí si, poder mirar hacia arriba y empezar a compararnos con Australia y Canadá.